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“No andes difundiendo calumnias entre tu pueblo, ni expongas la vida de tu prójimo con falsos testimonios. Yo soy el Señor.” Levítico 19:16


Jesucristo - Mensajes y Imágenes!

martedì 21 dicembre 2010

Por què los pastores necesitan INTERCESION

Cada dìa son mas las lenguas que se levantan para murmurar, juzgar, e incluso condenar a los lìderes de Dios, lo mas triste y caotico es que estas lenguas pertenecen al mismo pueblo de Dios, yo me pregunto: Què estamos haciendo por nuestros lìderes, que hacemos por los pastores que Dios ha puesto para guìar la grey del Senior? Es fàcil levantarse en murmuraciòn, y difìcil doblar las rodillas a favor de los lìderes, a favor de los apstores.
Aùn asì, Dios tiene un remanente fiel, que no alza sus manos para juzgar, sino que levanta sus manos al Dios viviente, al Dios de la Biblia, para interceder, para presentar a estos hombres y mujeres de Dios, que necesitan oraciòn.
El dìa que nosotros como cristianos, como hijos de Dios, dejemos la mundanalidad de caer en juicios hacia otros, y comnecemos a orar, NO CON ORACIONES ENGENDRADAS EN EL ALMA, SINO CON ORACIONES CONFORME A LA VOLUNTAD DE DIOS, COMENZAREMOS A VER MUCHAS COSAS QUE EL SENYOR NOS HA PROMETIDO, Y QUE FALTAN POR LLEGAR.
Hermanos, es tiempo de ponernos en la brecha, de DECIR NO A LA NMURMURACION, DE DEJAR QUE NTROS ESPACIOS VIRTUALES SEAN ESPACIOS DE EIFICACION, Y NO DE CONDENACION, DE JUICIO, Y DE CONTIENDAS, ES HORA DE USAR NTRAS VIDAS COMO VASIJAS DE HONRA, Y NO COMO VASIJAS DE CRITICAS.
No olvidemos que la murmuraciòn engendra maldiciòn.
Aquì este estudio, para quien lo desee. Tomado del Libro " Escudo de Oracion"
Autor Peter W.
Les bendigo, con toda bendicion de bien.



¿Por qué los pastores necesitan intercesión?

ESTOY CONVENCIDO DE QUE LA MAYORÍA DE LOS MIEMBROS tienen muy poca o ninguna consideración
acerca de lo que implica ser un pastor. Saben como Iuce y suena el pastor por fuera, pero tienen
una idea más clara de lo que sucede en el reloj digital electrónico en el que ven la hora diariamente,
que de lo que sucede en el interior del pastor.
Si Dios va a levantar un nuevo ejército de intercesores que apoyen a los pastores y otros líderes
cristianos en oración ferviente y efectiva, estos intercesores necesitan conocer el alcance y la
urgencia de la tarea que les aguarda. Voy a ser tan franco como pueda en este capítulo. No deseo
ser sensacionalista.
Esto no es una columna para un semanario de pacotilla. Nada de lo que voy a decir acerca de
los pastores y otros líderes debe considerarse más grave que lo que se consideraría el diagnóstico
de un médico a un paciente de hepatitis o la presión alta de la sangre. El propósito es la sanidad.
[p 64] Creo que la intercesión no sólo puede ser terapéutica para las dificultades espirituales y
emocionales del pastor, sino que, de manera más importante, me parece que la oración puede ser
preventiva.


LOS PASTORES ESTÁN AGOTADOS
El pastor que la mayoría de los miembros de iglesia ven, conocen y con el que se relacionan a través
de un período de tiempo se ajusta a una función social y un modelo bien establecido. Se esperan
ciertas cosas de un pastor que no necesariamente se esperan de un mecánico automotriz o
una abogada. El título de «Reverendo» tiene fuertes connotaciones sociales.
Los miembros de la iglesia tienden a dar esto por sentado. ¡Los pastores no piensan así! Los
pastores están obrando constantemente para proyectar una imagen que se ajuste a la representación
propia de un clérigo. Son preparados para hacer esto durante su estadía en el seminario y/o
las escuelas bíblicas. Esto no surge naturalmente.
Los pastores que los miembros de la iglesia ven cada semana se comportan de la mejor forma.
Se visten apropiadamente, tienen una disposición alegre, dan seguridad, no se enojan, cuidan su
vocabulario, tratan bien a su cónyuge, no son egoístas, trabajan duro, se mantienen sonrientes y
esperan que los demás vean a Cristo en ellos. Pero esta es sólo una parte de la historia.
Los pastores también son seres humanos. Son salvos por gracia, pero no son salvos y santificados
de manera diferente a como lo son los mecánicos automotrices o los abogados de sus congregaciones.
Muchos de los pastores, sino la mayoría, ocasionalmente le recordarán esto a sus
congregaciones mediante sus sermones.
Por ejemplo, cuando los pastores hablan acerca de cierta tentación, podrían decir: «Yo no estoy
excluido. Soy humano. Esto me tienta tanto a mí como a usted». Por lo [p 65] general, las personas
reconocen esta sincera evaluación. Pero realmente no la creen porque no lo desean. Parte de
su bienestar propio cristiano depende en gran medida de seguir a un líder pastoral que piensan
está a un nivel más alto de piedad y que ha alcanzado mayores logros espirituales de lo que ellos
jamás podrán hacer. Con la ayuda de la sociedad generalmente colocan a su pastor sobre un pedestal
espiritual.
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Los pastores también están preparados para no ser hipócritas. Saben muy bien que no son todo
lo que sus congregaciones esperan que sean. Sus cónyuges también lo saben, pero muy pocos
lo conocen aparte de ellos. Por eso los pastores están entre la espada y la pared. Sienten el llamado
de Dios al pastorado y saben que no pueden realizar una labor efectiva como pastores si no se
ajustan exteriormente a las expectativas de la congregación. Pero, ¿cómo manejan lo que sucede
en su interior?
En pocas palabras, los pastores necesitan ayuda, al menos más ayuda de lo que han recibido
hasta ahora. Me reúno y relaciono con cientos de pastores durante el transcurso de un año. Aunque
no lo hago como consejero o pastor de pastores, encuentro que muchos están agotados; espiritual,
emocional y algunas veces hasta físicamente.
¿A dónde pueden acudir para recibir ayuda? No les agrada ir a ninguno de los miembros de su
iglesia porque podría regarse la voz demasiado fácilmente: Nuestro pastor nos está fallando porque
no se ajusta a nuestras expectativas. Los pastores que pertenecen a la misma denominación
usualmente se relacionan de manera amistosa entre sí, pero en realidad no confían muchos los
unos de los otros. ¿Qué pensarían los miembros de la iglesia si se enteran de que su pastor va a
pedir ayuda a un consejero profesional? Los pastores de otras iglesias en la misma comunidad
podrían servir de ayuda, pero con frecuencia están sobrecargados y no están disponibles. Aparte
de esos círculos, la mayoría de los pastores simplemente no tienen ninguna otra alternativa para
desarrollar relaciones significativas.
[p 66] Felizmente hay algunas excepciones. Una buena cantidad de pastores no forman parte
de esta desolada representación. Tienen pocos conflictos internos porque en el fondo son lo que se
espera de ellos emocional y espiritualmente. Algunos no, pero han hallado recursos que les ayudan
y están controlando bien su situación. Quisiera poder decir que estos son la mayoría, pero ese no
es el caso. Sin deseo alguno de simplificar exageradamente, una situación en exceso compleja,
quiero señalar que Satanás tiene muchos pastores justo donde lo desea. Son vulnerables a sus
ataques.
NUESTRA EPIDEMIA DE PASTORES CAÍDOS
Durante las últimas dos décadas, un alarmante número de pastores se han marchado del ministerio,
mayormente por las siguientes razones: estar destruidos y la inmoralidad sexual. Las cifras han
alcanzado proporciones epidémicas.
No recuerdo haber escuchado acerca de pastores destruidos hace veinte años. Debe haber
existido, pero no al nivel que lo vemos hoy en día. La situación que he descrito, que ha llevado a la
destrucción de muchos pastores, hace que sea fácil entender el porqué ocurre tan a menudo. El
enemigo lo conoce muy bien y ha desarrollado bastante astucia para crear frustraciones al hacer
que los pastores se sientan inadecuados y mediante sentimientos de hipocresía, culpabilidad y una
baja autoestima. Esto ha alcanzado niveles tales que la venta de seguros parece ser una forma
más atractiva para ganarse la vida.
Se han realizado bastantes investigaciones sicológicas acerca de las causas y los remedios para
los pastores destruidos. La preparación para disfrutar del tiempo libre está ayudando a muchos.
No obstante, si estoy en lo correcto al sospechar que los poderes de las tinieblas también se encuentran
tras las causas de la destrucción, también hacen falta armas espirituales. Aquí es donde
la intercesión por los pastores alcanza su enorme potencial.
[p 67] LA IMPRUDENCIA PASTORAL
Satanás obtiene significativas victorias mediante la destrucción pastoral, pero inflige mucho más
daño a la causa de Cristo cuando incita a un pastor a caer en la inmoralidad sexual.
Antes de entrar en detalles acerca de este delicado tema, permítame recordarle que la mayoría
de los pastores estadounidenses no han caído y jamás caerán en la inmoralidad sexual mientras
estén en el ministerio. Es más, ocho de cada diez no han tenido problema alguno con este asunto,
lo cual, comparativamente hablando, sólo es la mitad del número de los miembros de la iglesia que
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tienen problemas similares. ¿Cuántos se han involucrado totalmente? Una encuesta realizada por
le revista clerical Leadership [Liderazgo] halló que el 12% de los pastores había cometido adulterio.
1 Esto significa que 88% no lo ha hecho.
El enemigo sabe que los pastores reciben acometidas; sabe que son vulnerables
y los ataca en sus puntos débiles.
Tales tipos de encuestas ni siquiera se hubieran soñado una generación atrás. Elmer Gantry
realmente no se consideraba como el prototipo de ninguna otra cosa que no fuera una minoría
marginal de los clérigos estadounidenses. Ahora las cosas han cambiado. He estado guardando
recortes de las noticias en un archivo y no los había mirado hasta hace poco. Estoy consternado.
Conté veintiséis artículos acerca de la inmoralidad sexual en clérigos conocidos; conozco personalmente
a casi la mitad de ellos.
[p 68] Una artículo de primera plana en el Los Angeles Times rezaba: «Los casos de abuso
sexual conmocionan a los clérigos: aumentan las revelaciones de mala conducta, un problema que
ha estado escondido por años». Una columna de la cadena nacional de periódicos Prensa Asociada
anuncia: «Los escándalos sexuales en el alto rango conmociona a las jerarquías».
Los evangélicos, los carismáticos, los fundamentalistas, los pentecostales, los liberales y los católicos
romanos desearían poder señalar a otros, pero nadie está exento. En el grupo hay un obispo
reconocido ampliamente como «evangélico». Un profesor de seminario. Un evangelista de televisión.
Un popular héroe de los derechos civiles. Un pastor de una gran iglesia. Un escritor famoso.
Un líder de misiones. Un teólogo de la liberación. Una persona negra y otra blanca. Uno de 25
años de edad y otro de 60. Un pastor de Massachusetts y otro de Arizona. ¿A dónde irá a parar
esto?
¡Hablar de estas cosas me enoja mucho! No estoy disgustado con mis amigos que han caído, a
pesar de que yo, juntamente con el resto del cuerpo de Cristo, he sido herido. Estoy enojado con el
enemigo que creo se está saliendo con la suya con demasiada frecuencia en estos días. Por lo
general no logramos reconocer la profundidad de la batalla espiritual que enfrentamos.
El enemigo sabe que los pastores reciben acometidas; sabe que son vulnerables y los ataca en
sus puntos débiles. Esto no quiere decir que los que han caído no sean culpables y que no tienen
defectos de carácter que necesitan reparar mediante la humildad, el arrepentimiento, la reconciliación,
la restauración y la santidad. Pero espero y oro que podamos aprender a utilizar nuestras armas
espirituales de manera efectiva para detener estos obvios y exitosos ataques del diablo.
[p 69]

LOS PASTORES NECESITAN INTERCESIÓN
Cada cristiano necesita intercesión. La niña de sexto grado que está aprendiendo lo que significa el SIDA necesita intercesión. El camionero que procura testificarle a sus amistades acerca de Jesucristo necesita intercesión. El corredor de la bolsa que lucha con los aspectos éticos de su última transacción necesita intercesión. La madre y ama de casa que cría a una familia de cuatro necesita intercesión. No deseo ignorar la necesidad de una mayor cantidad de ministerios de intercesión general.
Pero deseo promover el hecho de que los pastores y otros líderes cristianos necesitan más intercesión
que los miembros ordinarios del cuerpo de Cristo. A primera vista esto podría sonar extraño
y hasta arrogante, pero permítame proponerle cinco razones que corroboran que es cierto.
1. Los pastores tienen más responsabilidades y tienen que rendir más cuentas
1 Consejo editorial de la revista Leadership, «How Common Is Pastoral Indiscretion?» [¿Cuan común es la imprudencia
pastoral?], Leadership, Winter Quarter 1988, pp. 12, 13. El dato «8 de cada 10» se sacó de las cifras reportadas en ese
artículo.
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La mayoría de nosotros, los líderes cristianos, sentimos escalofríos cuando leemos Santiago 3:1:
«Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor
condenación».
Todos los cristianos comparecerán ante el juicio de Cristo, pero se les ha advertido previamente
a los pastores y otros líderes de que hay otro patrón divino para juzgarlos a ellos. Uno para los
«maestros» y otro para el resto.
En otras palabras, a los ojos de Dios un pecado es peor para un pastor que para otra persona.
Por supuesto, el primer problema es el pecado mismo y eso podría ser igual para todos. Pero el
segundo problema es la violación del oficio, lo cual es mucho más serio. Cuando un oficio como el
de pastor o maestro (incluyendo a los profesores de seminario) ha sido otorgado por Dios y reconocido
por la comunidad cristiana, es una grave ofensa quebrantar esa confianza.
[p 70] 2. Los pastores están más sujetos a la tentación
No se equivoque, mientras más avance en el liderazgo cristiano, más aumentarán los ataques de
Satanás. Al diablo se le presenta como un león rugiente buscando a quien devorar. Si tuviera la
posibilidad, devoraría a cada líder antes que a alguna otra persona. Y usará todas las armas en su
arsenal para lograrlo.
Satanás usa al mundo (Efesios 2:1, 2). Tienta a los pastores con el poder, el orgullo y la avaricia.
El dinero y el poder se juntan con el sexo para convertirse en algunas de las carnadas más
poderosas para los ministros. Hizo falta que los periodistas seculares reportaran sus investigaciones
que revelan la avaricia entre los líderes cristianos y que algunos de nosotros no deseábamos
enfrentar. Y creo que surgirán más noticias similares. El amor al dinero es la raíz de todos los males,
y Satanás se ha introducido recientemente mucho más a menudo a través de ese punto.
Satanás utiliza la carne (Efesios 2:2, 3). Ya se ha dicho bastante acerca del sexo. Satanás también
pervierte la mente con la pornografía. La tentación de otros ministros ha sido caer en la glotonería
o el abuso de los narcóticos y el alcohol.
Satanás también usa «al diablo» (1 Pedro 5:8; cf. Juan 13:17). Esto significa la demonización,
los hechizos, las maldiciones y las artes mágicas. Pensar que los pastores sólo están sujetos al
mundo y la carne, pero no al diablo, es en sí mismo un engaño satánico.
Es cierto que los cristianos en general están sujetos a todo lo anterior. Pero Satanás es más
específico y persistente en sus intenciones cuando se ocupa de los pastores y otros líderes.
3. Los pastores son el objeto más común de la lucha espiritual
Ya se sabe que durante los últimos años los satanistas, las brujas, los brujos, los seguidores de la
Nueva Era, los practicantes del ocultismo, los shamanes, los espiritistas y [p 71] otros siervos de
las tinieblas han convocado un pacto malvado para rogarle a Satanás que quebrante los matrimonios
de los pastores y los líderes cristianos. La lucha espiritual se ha intensificado.
En mi libro Oración de guerra (Editorial Betania), distingo tres niveles de lucha espiritual: (1)
guerra espiritual al ras del suelo, se trata del ministerio de echar fuera demonios; (2) guerra espiritual
en el nivel del ocultismo, que involucra hechizos y maldiciones de los que practican las obras
espirituales de las tinieblas; (3) guerra espiritual a nivel estratégico, que se relaciona con los principados
y las potestades territoriales. Los tres niveles interactúan entre sí, pero la lucha es diferente
en cada caso. Aquí me ocupo de la guerra espiritual a nivel del ocultismo o el nivel medio. Hacen
falta intercesores especiales, particularmente los intercesores de guerra que mencioné en el capítulo
anterior, para intervenir más efectivamente. Los otros intercesores hacen falta como refuerzos.
La lucha espiritual es un asunto de tal importancia que deseo asegurarme de que no creamos
que esto es algo meramente imaginario. Tengo en mis manos correspondencia personal procedente
de dos líderes cristianos muy respetados que se han expuesto personalmente a este proceso.
Ellos nos ayudan a entender la realidad de la lucha a la cual hemos sido arrastrado.
33
El primer reporte viene de John Vaughan del Centro de Investigaciones Internacionales de Megaiglesias
de la Universidad Bautista del Suroeste en Bolívar, Missouri. Desde hace muchos años
conozco y respeto a John. Entre otras cosas es editor del Journal of the North American Society for
Church Growth [Revista de la sociedad norteamericana para el crecimiento de iglesias]. El escenario
de este reporte fue un vuelo de Detroit a Boston donde Vaughan debía impartir un seminario
para pastores.
John no había conversado, y ni siquiera le había prestado mucha atención, con el hombre sentado
a su lado hasta que lo vio inclinar su cabeza y mover sus labios como si estuviera orando.
Cuando terminó, John le preguntó: «¿Usted [p 72] es cristiano?» El hombre no sabía que Vaughan
era cristiano y que era un pastor bautista, así como profesor universitario.
Pareció sorprenderse por la pregunta y dijo: «Oh, no. Se ha equivocado. No soy cristiano, ¡en
realidad soy un satanista!»
John le preguntó acerca del contenido de sus oraciones como satanista. Él respondió: «¿Realmente
desea saber?» Cuando John afirmó que sí, el satanista contestó: «Me ocupo primordialmente
de la caída de pastores cristianos y sus familias en el área de Nueva Inglaterra». Le preguntó a
John qué iba a hacer en Boston.
John dice: «Luego de una breve conversación acerca de mi ministerio y sus propósitos para el
Reino de Dios, ¡él dijo que tenía que retornar a su trabajo!»
John Vaughan dice que ese encuentro le hizo percatarse de cuán esencial es la intercesión para
los pastores. Me pregunto si los cristianos de Nueva Inglaterra invirtieron tiempo orando por sus
pastores ese día. ¿Qué oración respondieron aquel día, la del cristiano o la del satanista?
Satanistas premiados. Bill McRae es el director de dos prestigiosas instituciones evangélicas
cerca de Toronto, Canadá: El Colegio Bíblico y el Seminario Teológico ambos en Ontario. Anteriormente
sirvió como pastor en la North Park Community Chapel en Londres, Ontario.
Reporta que cuando era pastor: «Nos llamaron la atención sobre un grupo de satanistas que
adoraban en una iglesia en la ciudad de Londres con el compromiso de orarle a Satanás para que
eliminara varios de los líderes evangélicos de la ciudad a través del quebrantamiento de sus matrimonios
y sus familias. Durante ese verano el grupo celular en Londres recibió los honores de una
convención satanista por tener tanto éxito y ser tan efectivo durante ese año».
¿Por qué ganaron el premio? McRae dice: «Durante el transcurso del año anterior lograron, a
través de su oraciones a Satanás, eliminar cinco de nuestros principales hombres de los ministerios
pastorales a través de la inmoralidad y el quebrantamiento de sus matrimonios».
[p 73] Bill McRae dice que estuvo profundamente involucrado con uno de los pastores que estaba
pasando una de estas desgraciadas y espantosas caídas del ministerio cristiano. Él dice: «Estábamos
muy conscientes de la desesperada necesidad de oración, pero debo confesar, para ser
franco, que ninguno nos percatamos de la realidad de la lucha satánica que sobrellevábamos hasta
que terminó».
McRae también habla de un grupo de sus amistades que fueron a un restaurante en Londres y
observaron una reunión de oración en una de las mesas en una esquina. Se presentaron como
cristianos, pero las personas que oraban se identificaron rápidamente como miembros de la iglesia
satánica de Londres. Admitieron (¿alardearon?) que esa noche específicamente habían estado
orando a Satanás por la destrucción de cierto pastor. McRae dice: «Mencionaron su nombre, y él
es muy buen amigo mío, y sirve en una de las principales iglesias de Londres. Una vez más confirmó
la tenebrosa realidad de la batalla satánica en la cual estamos involucrados».
Keith Bentson, un veterano misionero en la Argentina, reporta acerca de la lucha espiritual en
San Juan, Argentina. Esta ciudad es una fortaleza del ocultismo. La labor evangélica no está creciendo
en ese lugar. Keith dice: «He escuchado acerca de cinco pastores que, durante los últimos
dos o tres años, han estado enredados en inmoralidades. Como consecuencia, hay muchos cris34
tianos en los alrededores de la ciudad que no asisten a ninguna iglesia porque perdieron su confianza
en los líderes espirituales».
Los espíritus de la lujuria. Uno de los contactos más cercanos que tengo con los pastores es
durante los cursos de dos semanas que imparto dos veces al año en un programa de Doctorado en
Ministerio. En un curso reciente dije algo que parecía cómico. Tenía cincuenta pastores de diversas
denominaciones y de distintas partes del país. Era un curso avanzado, así que todos habían estudiado
conmigo anteriormente y por lo tanto me conocían. El primer día de clases les dije, como
generalmente hago, que sus dos semanas no sólo sería un tiempo para aprender nuevo material,
sino que [p 74] también debía utilizarse como una oportunidad para que los pastores se sirvieran
los unos a los otros y se acercaran más a Dios.
Los pastores necesitan más intercesión que los demás cristianos porque debido
a la naturaleza misma de su ministerio tienen mayor influencia sobre otros.
Entonces mencioné que Doris, mi esposa, quien también es mi secretaria y con quien muchos
de ellos ya habían conversado por teléfono, tenía un poderoso ministerio personal de oración por
los pastores y que los había ayudado en gran medida. Comenté, como al descuido, que ella había
obtenido excelentes resultados liberando a los pastores de los espíritus demoníacos de lujuria. Entonces
dije: «¡Si alguno de ustedes tiene problemas con la lujuria, vaya a ver a mi esposa!»
Mis palabras fueron tan inocentes y espontáneas que todos estallamos de la risa. Pero, ¿qué
sucedió? ¡Al menos seis de ellos se citaron con Doris para realizar sesiones de liberación! Regresaron
a sus hogares con un nuevo vigor sobre su vida. Varios nos escribieron o llamaron para relatarles
a Doris cuán diferente y gozosas eran sus vidas a partir del momento en el que recibieron la
liberación de esos asquerosos espíritus. Uno escribió: «Mi esposa y yo podemos orar juntos por
vez primera desde que nos casamos».
Nada de lo que hemos dicho hasta este momento debe llevarnos a suponer que la demonización
excusa a los pastores o a ninguna otra persona de sus responsabilidades morales. Con frecuencia,
las raíces de la actividad de un espíritu de lujuria no se puede localizar en los «deseos de
la carne» (1 Juan 2:16) o en pecados que necesitan identificarse y tratarse bíblicamente. Las partes
integrales del proceso de liberación incluyen: (1) el reconocimiento personal [p 75] y el odio al
pecado; (2) un sincero deseo de abandonarlo; (3) una decisión a dar el primer paso de fe, por
ejemplo, hacer una cita para ver a Doris; y (4) la confesión del pecado, por lo general, lo suficientemente
detallado.
Esto cumple Santiago 5:16: «Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros,
para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho». En este caso la sanidad es
espiritual. Se perdona el pecado primordial por la gracia de Dios, una vez que haya un sincero
arrepentimiento, y se remueven con eficacia las bases legales para la subsiguiente actividad demoníaca.
Una vez logrado esto, el espíritu demoníaco se puede eliminar con relativa facilidad. Sin
una sincera humildad y arrepentimiento, el demonio permanece o regresa prontamente con refuerzos.
He tratado este tema de la guerra espiritual en detalles por dos razones: Primera, deseo asegurarme
de que entendemos su realidad. Ciertamente no es el único motivo, pero no me sorprendería
si fuera el principal de que tantos pastores hayan caído en la inmoralidad sexual.
Segundo, deseo que entendamos que el poder de Dios, liberado por medio de la efectiva e inteligente
intercesión en el nombre de Jesús, es el principal remedio. Mi carga en este libro es explicar,
tanto como sea posible, cómo puede liberarse este poder para reparar el daño ya hecho por el
enemigo y prevenir futuros sucesos del mismo.
4. Los pastores tienen mayor influencia sobre los demás
La cuarta razón por la cual los pastores necesitan más intercesión que los demás cristianos es
porque debido a la naturaleza misma de su ministerio tienen mayor influencia sobre otros. Si un
pastor cae, más personas se hieren y se estancan espiritualmente que si alguna otra persona ca35
yera. Es increíble la devastación que la reacción en cadena desata. Los cristianos fuertes se sienten
aplastados por la hipocresía y la traición. Los cristianos débiles usan el ejemplo [p 76] de la
conducta del pastor como licencia para hacer lo mismo.
La caída de un pastor no sólo hiere a muchísimas personas, sino que también influye directamente
en las iglesias. Mi interés en el crecimiento de la iglesia siempre se enfoca mucho en el pastor,
porque tenemos evidencia de que este es el principal factor institucional para determinar el crecimiento
o el estancamiento de una iglesia local. Satanás odia las iglesias que glorifican a Dios y
extienden el Reino de Dios, y hace lo que pueda por hacerlas caer. No en balde concentra sus ataques
sobre los pastores.
Pero, en el plan divino, las puertas del infierno no prevalecerán contra el avance de la Iglesia
(Mateo 16:18). La intercesión por los pastores es un ingrediente importante para liberar el plan divino
de manera que la iglesia logre implementarlo a plenitud.
5. Los pastores son más visibles
Debido a que los pastores están al frente, se encuentran siempre sujetos a los chismes y a la crítica.
Cuando los miembros de iglesia tienen una cena dominical, el pastor y el sermón de la mañana
son temas frecuentes de conversación. Las personas hablan acerca de lo bueno y también de lo
malo. Al pastor lo observan con cuidado y eso no es ningún secreto. Con sólo saber esto, se pone
una difícil carga sobre los pastores y ellos necesitan ayuda sobrenatural para resolver bien esa
situación. La intercesión les abre el camino para recibir esta ayuda.
LA INTERCESIÓN MEJORA EL MINISTERIO
Probar o desaprobar el poder de la oración no es fácil de lograr a través de cualquier investigación.
No obstante, Nancy Pfaff, una intercesora, consultora de crecimiento de iglesias y fundadora del
Nevada Church Growth lo ha intentado. Ella preparó un método de investigación como [p 77] proyecto
de escuela graduada y entrevistó a ciento treinta pastores, evangelistas y misioneros. Los
intercesores se prepararon a través de los Ministerios Iverna Tompkins en Scottsdale, Arizona. Accedieron
a orar quince minutos al día por uno de esos líderes a través de todo el año.
Un ochenta y nueve por ciento de los entrevistados indicó que la oración provocó un cambio
positivo en la efectividad de su ministerio. Reportaron más efectividad en el uso de sus dones espirituales
particulares, un mayor nivel de respuestas positivas a su ministerio, más discernimiento y
sabiduría de Dios, un aumento en la plenitud en Cristo, una mejora en sus actitudes, mayor evidencia
del fruto del Espíritu, mejores vidas de oración y un aumento en su capacidad de liderazgo.
Las investigaciones de Pfaff también revelaron algunas variantes importantes. Halló que la oración
diaria por los líderes era más efectiva que la semanal o mensual. Además, se mostró que la
oración persistente era importante. Ella reporta: «Cuando los intercesores dejaron de orar por su
líder asignado, después de unas semanas, los líderes indicaron que no hubo ningún cambio positivo
en sus vidas o sus ministerios durante ese año».2
La intercesión también parece respaldar el crecimiento de la iglesia. Nancy Pfaff halló que de
ciento nueve pastores cubiertos por la oración intercesora, sesenta por ciento indicó un crecimiento
correspondiente en sus iglesias. Por ejemplo, un pastor de Pennsylvania testifica que durante el
período experimental de un año su iglesia creció de quince a más de seiscientas personas. No en
balde Pfaff dice: «Hay una tremenda reserva de poder de oración en cada iglesia que no se ha utilizado.
Esta se puede afirmar, preparar y usar para ganar a los perdidos, para alentar a los desanimados,
[p 78] restaurar a los “apóstatas” y aumentar la efectividad de los comprometidos».3
2 Nancy Pfaff, «Christian Leadership Attributes Dynamic Increase in Effectiveness to the Work of Intercessors» [El
trabajo de los intercesores incrementa en efectividad la dinámica de los atributos del liderazgo cristiano], Journal of the
North American Society for Church Growth, 1990, p. 82.
3 Ibid., p. 83.
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Cuando el conocido programa de Evangelismo Explosivo se expandía desde la Iglesia Presbiteriana
Coral Ridge en Fort Lauderdale, Florida, Archie Parrish, quien en aquel entonces servía como
director, realizó un importante descubrimiento. A pesar de que el programa estaba funcionando
bien, introdujo una innovación. Hizo que cada iglesia participante enrolara dos miembros de la iglesia
que no estaban fuera del programa de Evangelismo Explosivo para que oraran por cada obrero
del programa, particularmente los martes por la noche cuando el programa estaba funcionando. El
evangelista era responsable de realizar un reporte semanal a sus intercesores. ¡Cuando los intercesores
oraban, se duplicaba el número de profesiones de fe en las iglesias que participaban en el
programa!
Los pastores y los demás líderes cristianos son personas necesitadas. Pero son los elegidos de
Dios para movilizar su Reino. La intercesión fiel e inteligente puede liberarlos para que sean todo lo
que Dios desea.
PREGUNTAS DE REFLEXIÓN
1. Este capítulo sugiere que los pastores están «destruidos». ¿Por qué piensa que es cierto?
Ejemplifique.
2. ¿Qué provoca que un pastor sea más responsable por su comportamiento moral que el cristiano
común y corriente?
3. Analice los tres niveles de guerra espiritual mencionados en este capítulo y dé ejemplos de cada
uno basados en su conocimiento o su experiencia.
4. Discuta la posibilidad de que espíritus malvados causen lujuria en la vida de un pastor. ¿Exime
esto al pastor de su responsabilidad moral?
5. [p 79] Si la intercesión mejora el ministerio pastoral, ¿qué sugerencias podría hacer para liberar
más poder a favor de su pastor?
[p 80]
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