NO OLVIDES APAGAR LAS VOCINAS DE LA MUSICA QUE SE ENCUENTRA DEBAJO, SI DESEAS ESCUCHAR RADIO VISION CRISTIANA INTERNACIONAL. TRANSMISION MUY PODEROSA. A LAS 3 DE LA MANIANA, HORA DE LATINOAMERICA, Y NUEVE DE LA MANIANA, HORA DE EUROPA, TIEMPO DE ORACION NUEVE DE LA NOCHE, ORACION, Y DOCE DEL MEDIO DIA, MOMENTO DE ORACION, QUE EN LATINOAMERICA SERìAN LAS 6 DE LA MANIANA PitaPata - Personal picturePitaPata Dog tickers Image and video hosting by TinyPic Image and video hosting by TinyPic NO OLVIDES APAGAR LAS VOCINAS DE LA MUSICA QUE SE ENCUENTRA DEBAJO, SI DESEAS ESCUCHAR RADIO VISION CRISTIANA INTERNACIONAL. TRANSMISION MUY PODEROSA. A LAS 3 DE LA MANIANA, HORA DE LATINOAMERICA, Y NUEVE DE LA MANIANA, HORA DE EUROPA, TIEMPO DE ORACION NUEVE DE LA NOCHE, ORACION, Y DOCE DEL MEDIO DIA, MOMENTO DE ORACION, QUE EN LATINOAMERICA SERìAN LAS 6 DE LA MANIANA Mi Casa sera llamada Casa de Oracion para todos los pueblos. Isaias 56:7
“No andes difundiendo calumnias entre tu pueblo, ni expongas la vida de tu prójimo con falsos testimonios. Yo soy el Señor.” Levítico 19:16


Jesucristo - Mensajes y Imágenes!

giovedì 4 febbraio 2016

LA FALSA PAZ

 muchos se estàn basando en escuchar y aceptar predicas emotivas, y no estàn optando por escuchar la VERDADERA PALABRA DE DIOS.

NO VENDRà PAZ, LA BIBLIA NO DICE QUE LOS TIEMPOS MEJORARAN, LOS TIEMPOS IRAN DE MAL A PEOR, Y QUIENES NO SE AGARREN DE LA PALABRA DE DIOS, NO PODRàN ESTAR FUERTES PARA SOPORTAR LO QUE VIENE
ESTEMOS VIGILANDO, Y PIDIENDO SABIRUDIA, DISCERNIMIENTO, PORQUE VIVIMOS EN TIEMPOS PELIGROSOS.

Viene JUICIO.

jOEL 2:28 Y EN LOS POSTREROS DÍAS, DICE DIOS, DERRAMARÉ DE MI ESPÍRITU SOBRE TODA CARNE, Y VUESTROS HIJOS Y VUESTRAS HIJAS PROFETIZARÁN; VUESTROS JÓVENES VERÁN VISIONES, Y VUESTROS ANCIANOS SOÑARÁN SUEÑOS;
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El Señor me dijo: Anda al cuarto de oración, toma lápiz y papel y escribe lo que te digo: Voy a barrer a pastores inmundos, Yo los bajaré del altar, y muchos morirán en el altar porque están inmundos. Voy a quitar emisoras de radio, meto Mi mano y las quito del medio. Cierro cadenas de televisión porque hay pecado escondido.
Voy a meter Mi mano y cerraré templos. Mi sierva, Yo postraré en cama a todos aquellos que se están levantando contra mis escogidos.
El Señor me dijo escribe: Hay cosas feas ocultas en las congregaciones, no dejan mover Mi Espíritu. Los periodistas explotarán lo que está oculto dentro de la Iglesia. Pastores saldrán en noticias con escándalo grande porque hay cosas feas ocultas que a los ojos de Dios no se esconde nada. Todo Yo voy a sacar a la luz. Todo lo que ocultan ellos Yo lo sacaré a la luz. Y llamaré a cuentas a los pastores a los ministros que se dicen ser Míos.
Quiero que la mujer vista con pudor y modestia, esto es también para los hombres, me dijo el Señor. Por favor, pídele a Mi pueblo mundialmente que dejen la mentira, que dejen el engaño, que dejen las contiendas, que dejen las murmuraciones, estoy cansado y harto. Muchas congregaciones se han convertido en cueva de ladrones, guarida de glotones, viven para comer, congregaciones entregadas a la codicia.
El Juicio que viene es por Mi Iglesia, porque muchos hay dentro que me han dado la espalda. Mi remanente fiel Yo los guardaré y los cuidaré. No hay tiempo, se acabó el tiempo. Estos días que le he dado a Mi pueblo son una regalía de Mi misericordia, para que se preparen.
Pronto la Ira de Dios se derramará terriblemente
En el 2016 viene un cuarto evento más fuerte que los cuatro. Alerta de Dios para el 2016. Tocad trompeta en Sión, dad alarma en Mi Santo monte, tiemblen los moradores de la Tierra, porque viene el Día de Jehová, porque está cercano, día de tinieblas, día de nubes y de sombras de muerte. El fin viene sobre los cuatro extremos de la Tierra.
El Señor dijo: “No hay tiempo, avanza, corre, porque viene sacudimiento de tierra y habrá gran destrucción”.
El 30 de diciembre pasado llegó Palabra del Señor a la congregación a través de Ariel Miranda diciendo: “Voy a levantar un remanente puro, levantaré pureza. Hablarán de Mi Iglesia porque no he levantado otra como aquella. Los medios de televisión hablarán de esa Iglesia, de ese remanente fiel que Dios ha levantado después de ese Juicio. Dios pondrá un temor reverente en la gente, muchos pedirán sabiduría. Lo que necesitamos es la ciencia de Dios “paciencia” en nuestro corazón para resistir en el día malo. Yo seré al pueblo, la Iglesia será el ungüento en los días difíciles que vendrán, porque vendrá Mí Unción sobre los Míos…
Yo haré que los arqueólogos descubran piedras que Yo escribí desde tiempos antiguos y ellos sabrán que Yo Soy real y que Yo existo… Se levantarán hombres que van a querer callar a la Iglesia, pero Yo los avergonzaré dice el Señor, Yo los callaré, porque Yo me reiré desde el Cielo, porque tratarán de callar lo Verdadero y ellos serán avergonzados por Mí mano poderosa, dice Jehová. Las puertas del infierno no prevalecen contra la Iglesia de Jesucristo.
Todo lo que está escondido en los gobiernos del mundo, lo sacaré a la luz Dijo el Señor. Puerto Rico será menospreciado por las naciones. Yo recorto la economía por el abuso que hay con el dinero. El gobierno pone la vista sobre la Iglesia, muchos pastores, ministros irán presos. Será tanto la presión y la guerra que negarán el Nombre de Jesucristo.
Poco tiempo queda Iglesia, aprovecha el tiempo que queda. Aunque los gobiernos firmen leyes Yo los dejo, esos papelitos son hojarasca para Mí, porque a sus tronos Yo traigo Juicio.
Pueblo Mío, hoy reconcíliate con tu hermano. Hoy despierto dolor grande, ese dolor no tendrá comparación, porque ese dolor no será en la carne, ese dolor será en el espíritu dice el Señor, porque habrá mucha muerte.
Como tocó la muerte la Tierra de José, así tocarán las plagas a mi casa, mis hijos llorarán por su familia, Yo lo advertí desde hace mucho tiempo por los profetas Míos, pero no hicieron caso. Pero si se humillaren ante Mí Yo los sanaré.
En Mi casa habrá alabanzas, Mí pueblo será consolación a muchos.
Me duele, viene una hambruna como nunca antes, una escasez como nunca antes. Van a envenenar las aguas en América, explotarán buques dentro del agua para envenenar sus aguas, esto es un plan satánico a darse. Enfermedad de la boca, que sólo será sangre y sangre botando.
Harán que Mi Ira sea manifestada, pero Mis fieles, Mí pueblo, no sufrirá hambre. Levanto Ministros para suplir a Mí pueblo, así será Mi brazo, porque Mi brazo no se cortará, estaré a favor de mis fieles.
América la nación más pobre, pobreza grande, no descansarán los gobernantes hasta ver la pobreza de la gente en extremo muriendo de hambre.
Guerra, guerra, la paz del mundo se acaba. Temor grande viene, se asustarán hasta de su propia sombra, sus sueños serán espantados. Días oscuros, en medios de las tinieblas habrán muchas masacres, en medio de esos día oscuros Mi Iglesia alumbrará, porque levanto líderes poderosos que harán señales y milagros.
Habrá persecución a la Iglesia, pero no podrán ante el Poder de Dios. Los ricos / los poderosos quieren controlar a la población, estos se creen los dueños de la Tierra… mucha gente se enfermará y morirá por la contaminación de las aguas, va ser tanta la pudrición en la boca que muchos morirán.
El suministro de alimento se reduce. Dios va a multiplicar lo poquito que tú pudiste guardar.
Los poderosos, los ricos, manipulan todo con su dinero, pero Dios va a destruir de los ricos los instrumentos que han preparado para destruir.
Iglesia prepárate, arregla tus cuentas Conmigo, arrepiéntete…
Esta es la Palabra que Dios está trayendo a las naciones, arrepentimiento total, doblamiento de rodilla ante Aquel que todo lo puede. Si las naciones se humillaren y se volvieran a Dios, mucho de esto no pasaría.

mercoledì 3 febbraio 2016

Policarpo

El carro tirado por caballos rodaba por las calles empedradas de la antigua ciudad de Esmirna. El prisionero podía oír los gritos del gentío enloquecido dentro de la arena romana. Los perros de la calle seguían al carro, ladrando locamente. Niños curiosos, con ojos llenos de emoción, se corrían a un lado para darle paso. Y caras sin número se asomaban curiosas a las ventanas. Deteniéndose afuera de los altos muros de la arena, el guarda sacó al prisionero del carro como si fuera un bulto de basura. No le importó que las piernas del prisionero quedaran lesionadas. Ya hace semanas que el pueblo insistía en que este hombre fuera arrestado y ejecutado. Pero no tenía apariencia de malhechor este anciano delicado, con cara arrugada. Su cabello y barba eran blancos, como las nubes en el cielo mediterráneo aquella tarde. El prisionero entró en la arena, cojeando. Y las nuevas corrieron de una persona a otra que éste era Policarpo, el criminal vil cuya muerte habían venido a ver. Su delito, ¿cuál era? Era el líder en aquella ciudad de una secta supersticiosa, la secta conocida por el nombre cristianos. El anciano, guiado por soldados, se acercó al procónsul romano, mientras el gentío gritaba su aprobación. Querían ver sangre esta tarde. Pero la cara del procónsul se ruborizó. ¿Era éste el criminal peligroso a quien querían dar muerte? El procónsul se inclinó hacia adelante y habló en voz baja al anciano prisionero. —El gobierno romano no quiere perseguir a los ancianos. Sólo jura por la divinidad de César y te pondré en libertad. —Esto no puedo hacer. —Entonces sólo grita: “Abajo con los ateos”, y bastará. (Ya que los cristianos no tenían ni dioses ni templos, muchos creían que eran ateos.) Con gran calma el prisionero dio la vuelta y señaló hacia el gentío que gritaba por su muerte. Entonces, mirando hacia el cielo, gritó a toda voz: —¡Abajo con los ateos! El procónsul quedó desconcertado al ver la respuesta del prisionero. Este había hecho lo que se le mandó, pero no de la manera esperada. No satisfaría al gentío loco que seguía gritando por su muerte. El procónsul quería poner en libertad a este anciano, pero tenía que aplacar a la gente. —¡Maldice a Jesucristo! —ordenó. Por unos momentos Policarpo miró fijamente al rostro severo del procónsul. Luego habló con calma: —Por ochenta y seis años he servido a Jesús, y él nunca me ha hecho mal alguno. ¿Cómo, pues, podré maldecir a mi Rey y Salvador? Mientras tanto, la multitud se impacientaba más. Querían sangre, y el procónsul lo sabía. Tenía que hacer algo. —Jura por la divinidad de César —le instó otra vez. Pero el prisionero contestó sin demorar: —Ya que usted aparenta no saber quién soy, permítame ayudarle. Digo sin vergüenza que soy un cristiano. Si usted desea saber qué creen los cristianos, señale una hora, y yo con gusto se lo diré. El procónsul se agitó. —No me tienes que persuadir a mí. Persuade a ellos —dijo, señalando hacia la multitud impaciente. Policarpo dio un vistazo al tumulto que llenaba la arena. Habían venido para ver la diversión de sangre. Eso querían, nada menos. —No abarataré las enseñanzas de Jesús ante tales personas. Ahora el procónsul se enojó. —¿No sabes que tengo a mi poder los animales feroces? ¡Los soltaré de inmediato si tú no te arrepientas de estas necedades! —Muy bien. Suéltelos —replicó Policarpo, sin miedo—. ¿Quién ha oído jamás de que una persona se arrepintiera de lo bueno para andar en pos de lo malo? El procónsul solía vencer aun a los criminales más fuertes con sus amenazas, pero este anciano más bien lo vencía a él. Su cólera montaba. —Bien, si los leones no te dan miedo, óyeme. ¡Te quemaré vivo si no maldices a Jesucristo ahora mismo! Lleno del Espíritu Santo, Policarpo contestó con gozo y valor: —Me amenaza usted con un fuego que se apaga después de una hora. ¿No sabe que vendrá un fuego eterno, el fuego de juicio reservado para los impíos? ¿Por qué esperar más? Haga conmigo lo que va a hacer. El procónsul no había querido que saliera de esta manera. El había querido conquistar a este viejo. Había esperado verle de rodillas, rogando por misericordia. Pero el prisionero…el anciano…había conquistado al procónsul. Y éste se recostó en su silla elegante, humillado y enfurecido. Mandó heraldos a diferentes sitios en la vasta arena para anunciar lo que Policarpo había dicho. Cuando se anunció el último desafío de Policarpo, una ola de furia corrió por la multitud. ¡Esto harían! Lo que ellos habían querido desde el principio. Con gritos agudos, saltaron de sus sillas y corrieron por los corredores. Se lanzaron hacia las puertas que daban a las calles. Corriendo locamente, buscaron leña dondequiera. Saquearon las tiendas. Entraron hasta en los baños públicos y robaron la leña de allí. Y se apresuraron para volver a la arena, cargados con leña para prender el fuego. Amontonaron la leña alrededor de la pira preparada, a la cual los soldados ya clavaban las manos y las piernas de Policarpo. Pero él habló con confianza a los soldados: —Déjenme así como estoy. El que me fortalece contra el fuego me ayudará a permanecer en él sin que me aseguren. Después de permitir que Policarpo orara, los soldados prendieron el fuego. 1 Al quemar a Policarpo, el pueblo de Esmirna creía que lo pondrían en el olvido y que la despreciada secta de los cristianos se acabaría. Como el procónsul que había esperado intimidar a Policarpo, así creía el pueblo que los cristianos se intimidarían y olvidarían su fe. ¡Qué equivocación! Resultó todo lo contrario. En vez de intimidarse por la muerte de Policarpo, su líder, los cristianos cobraron más ánimo. Y su número aumentó. Paradójicamente, lo que los romanos no podían hacer, la iglesia misma después hizo. Hoy en día, el nombre de Policarpo descansa en el olvido, y el cristianismo de aquel entonces no existe.