NO OLVIDES APAGAR LAS VOCINAS DE LA MUSICA QUE SE ENCUENTRA DEBAJO, SI DESEAS ESCUCHAR RADIO VISION CRISTIANA INTERNACIONAL. TRANSMISION MUY PODEROSA. A LAS 3 DE LA MANIANA, HORA DE LATINOAMERICA, Y NUEVE DE LA MANIANA, HORA DE EUROPA, TIEMPO DE ORACION NUEVE DE LA NOCHE, ORACION, Y DOCE DEL MEDIO DIA, MOMENTO DE ORACION, QUE EN LATINOAMERICA SERìAN LAS 6 DE LA MANIANA PitaPata - Personal picturePitaPata Dog tickers Image and video hosting by TinyPic Image and video hosting by TinyPic NO OLVIDES APAGAR LAS VOCINAS DE LA MUSICA QUE SE ENCUENTRA DEBAJO, SI DESEAS ESCUCHAR RADIO VISION CRISTIANA INTERNACIONAL. TRANSMISION MUY PODEROSA. A LAS 3 DE LA MANIANA, HORA DE LATINOAMERICA, Y NUEVE DE LA MANIANA, HORA DE EUROPA, TIEMPO DE ORACION NUEVE DE LA NOCHE, ORACION, Y DOCE DEL MEDIO DIA, MOMENTO DE ORACION, QUE EN LATINOAMERICA SERìAN LAS 6 DE LA MANIANA Mi Casa sera llamada Casa de Oracion para todos los pueblos. Isaias 56:7
“No andes difundiendo calumnias entre tu pueblo, ni expongas la vida de tu prójimo con falsos testimonios. Yo soy el Señor.” Levítico 19:16


Jesucristo - Mensajes y Imágenes!

mercoledì 24 novembre 2010

EL MOVIMIENTO DE LA NUEVA ERA,

Nuestro mundo se enfrenta colectivamente a una guerra espiritual del mismo modo que lo hacemos cada uno de nosotros como individuos. Por lo general esa guerra es en el nivel de las cosmovisiones. En nuestra cultura, la cosmovisión materialista o naturalista se revela en el racionalismo humanista occidental; mientras que la cosmovisión espiritualista ha sido representada de través de los siglos por el cristianismo. En el mundo occidental, el cristianismo combate hoy a las filosofías religiosas competitivas, entre las cuales se encuentran el satanismo y el movimiento de la Nueva Era. En el sentido más estrecho, el satanismo es un sistema religioso, aunque muchos de sus practicantes afirman no creer en la existencia de un satán personal, que rinde homenaje a un espíritu malo llamado satanás, diablo o Lucifer. El satanismo es una religión de poder. La gente adora a satanás porque él promete poder a sus adoradores. Con el poder viene la posición y con la posición la posesión. A la posición y la posesión les acompaña el placer. Los satanistas buscan el placer personal. Algunos de ellos lo encuentran manteniendo relaciones sexuales con niños, animales e incluso cadáveres; otros torturando a animales, niños, jóvenes o adultos … y aun matándolos. El satanismo se convierte para cada devoto en un sistema de poder para conseguir placer. Lo único que les importa a los satanistas es eso, tanto en esta vida como en la venidera. Su actitud es la de «que se vayan al infierno» todos los demás.
En el sentido más amplio de la palabra, el satanismo significa contacto con seres espirituales distintos al verdadero Dios; la adoración y el homenaje a dichos seres espirituales; e incluso su utilización. Esto abarca todo el paganismo, la brujería positiva y negativa, el ocultismo y aun las religiones no cristianas. Si bien es cierto que el judaísmo y el Islam son sistemas teístas muy relacionados con el cristianismo, ambos rechazan de plano a Jesús como Cristo, Hijo de Dios y Señor. El Nuevo Testamento nos enseña que aparte de un conocimiento personal de Cristo no se puede conocer a Dios (Juan 14.6; Hechos 4.12; 1 Corintios 8.5–7; 1 Juan 2.22, 23).
Los judíos y los musulmanes, aunque afirman reconocer como Padre al mismo Dios que los cristianos, no lo conocen. Si lo conociesen, también conocerían a su Hijo. Por tanto, las experiencias piadosas de esos grupos son debidas a espíritus engañadores religiosos procedentes de satanás. Cuando elevan sus manos en oración a Dios, dichas oraciones son dirigidas hacia el diablo por los espíritus satánicos. De modo que, aunque desconociendo por completo este hecho, son satanistas secretos. En el Areópago (Hechos 17), Pablo se enfrentó a algunos de los primeros humanistas: los epicúreos; y a los panteístas de su tiempo: los estoicos. Estos eran los seguidores primitivos de la Nueva Era.
El cristianismo lucha contra todos estos sistemas contrarios de cosmovisión y religión. Aunque el satanismo sea el más horrendo y destructivo de ellos, quizás no represente el más peligroso para el mayor número de personas a nivel mundial, ya que su perversidad resulta demasiado obvia para la gente en general. Ha prosperado y seguirá haciéndolo entre individuos perturbados y malos, que desean una religión que defienda su total egoísmo, sus perversiones sexuales, su naturaleza sádica, su falta de autodisciplina y su desdén por los demás. Esta religión egocéntrica glorifica la clase más perversa de pecado y dolor infligida a otros.
El movimiento de la Nueva Era es muy peligroso por la apariencia tan grande de corrección que tiene para el hombre moderno. Niega la realidad objetiva del mal centrado en un ser perverso llamado satanás y se inclina por las cosas «buenas». Trata de estimular el pleno desarrollo del potencial humano. Aboga por la naturaleza, la paz mundial y un nuevo orden internacional. Parece cristiano en su enfoque de Dios, Cristo, el bien, el orden mundial y la felicidad humana y terrena.
No sería arriesgado afirmar que la mayor amenaza contra el cristianismo que hay en la actualidad en el mundo es el movimiento de la Nueva Era; no el satanismo, ni el avivamiento de las religiones tradicionales como el Islam, ni siquiera el humanismo secular. La Nueva Era tiene todo el atractivo de la religión mundial única del anticristo. Aunque no introduzca necesariamente a éste, es la clase de religión global a nivel del mundo entero con la que el anticristo se sentiría muy a gusto.
En otro tiempo, el humanismo secular constituyó el mayor adversario para el cristianismo. Procedente de la Europa Occidental, esta filosofía barrió los Estados Unidos partiendo de la costa Este. En pocas décadas tomó el control de América y se hizo ley en los EE.UU. a través de importantes decisiones de la Corte Suprema que tuvieron lugar entre la década de los 60 y los años 80. El humanismo secular contradice de forma frontal la Declaración de Independencia americana, un documento que declara: «Sostenemos que estas verdades son manifiestas: que todos los hombres han sido creados iguales y dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables, entre los cuales están el derecho a la vida, a la libertad y a la búsqueda de la felicidad».
La Corte Suprema dio un vuelco en principio, si no de hecho, a esta parte de la Declaración de Independencia: proscribiendo la enseñanza bíblica de la creación en nuestras escuelas, de modo que no hay Creador; prohibiendo la oración en las mismas y declarando ilegal en las aulas la lectura bíblica; diciendo que los Diez Mandamientos no podían ser enseñados en los colegios estatales, ni siquiera expuestos en un aula dentro del sistema público de enseñanza en los Estados Unidos.
De todo esto resultó un gigantesco vacío espiritual en el país. Los Estados Unidos es una de las naciones más religiosas del mundo y no podemos vivir sin Dios o sin religión. El humanismo secular nos dejó insatisfechos. Nos convertimos en un país de técnicos sin paz interior. Llegamos a ser cómodos consumidores de la clase media sin verdadero propósito en la vida; gigantes seculares, pero al mismo tiempo bebés en el terreno de la ética. Para ser de veras humanos debíamos tener un dios.
Paralelo a esta victoria del humanismo secular en América vino el nacimiento y el desarrollo de la Era de Acuario, comenzando con jóvenes insatisfechos pero creciendo en ímpetu hasta llegar a convertirse en una de las mayores fuerzas espirituales que operan en América. Aunque se trata de un sincretismo de diversos grupos, sostiene fundamentalmente una cosmovisión del Lejano Oriente.
Cuando se le pide al Dr. Norman Geisler que explique qué es el movimiento de la Nueva Era, señala a una singular caricatura como respuesta. En el dibujo hay un hombre, «un occidental, sentado con traje de negocios a la moda occidental, en la postura oriental del loto y meditando sobre su Macintosh».
Es Shirley MacLaine quien, en palabras sacadas de su propio libro Out On a Limb [subida en una rama] donde se encontraba cuando lo escribió), dice: «Si uno declara “Soy dios”, las vibraciones sonoras alinean literalmente las energías del cuerpo con un nivel superior. Puede usted emplear la frase “Soy dios” o “Yo soy el que soy”, como hizo Cristo a menudo. O también ampliar tales afirmaciones para que se adapten a sus propias necesidades».
El movimiento de la Nueva Era no es nuevo; constituye el antiguo silbido que se oyó en el huerto del Edén cuando la serpiente le dijo a la mujer: «Seréis como Dios». John Denver expresó en cierta ocasión: «Uno de estos días estaré tan completo que no seré humano, sino un dios».
Geisler menciona treinta conceptos principales de la realidad que identifican al movimiento de la Nueva Era.


1.Comienza con el panteísmo. Dios es todo y todas las cosas son dios. La Biblia enseña el teísmo, que declara que Dios es «al mundo lo que un pintor a su cuadro o un dramaturgo a su obra de teatro».
Geisler expresa: «El panteísmo dice que Dios es al mundo lo que una charca a cada una de sus gotas. Todos somos gotitas en un punto infinito. Todos somos un goteo grande y magnífico, una magnífica y grande gota».
Por tanto Dios es un «algo»; no un padre, sino una fuerza. La frase «Que la fuerza sea contigo» es panteísmo, el concepto de Dios de la Nueva Era.
2.La Nueva Era es monismo filosófico. El monismo dice que sólo hay una esencia en el universo. El ateísmo es monismo ya que afirma que la única realidad es la materia. La Nueva Era también lo es, puesto que dice que esa única realidad es Dios.
Dios es la naturaleza y la naturaleza es Dios. Dios es el agua, el aire, la ballena, los árboles. «Esta es la razón por la cual los adeptos de la Nueva Era demuestran una pasión irreal por el agua, el aire, las ballenas y los árboles», dice Geisler. «Aunque todos deberíamos interesarnos por el medio ambiente, la preocupación de los seguidores de la Nueva Era es religiosa: para ellos esas cosas son Dios».
3.La Nueva Era es holismo. Si la naturaleza es Dios y Dios es la naturaleza, todo es Dios. De manera que la Nueva Era defiende el holismo.
4.La Nueva Era es autodeificación. Si Dios es todo, panteísmo; si lo único que existe es Dios, monismo; si todo es Dios, holismo; entonces el hombre es Dios, deificación humana o autodeificación.
5.Esto conduce a la inmanencia desequilibrada. ¿En dónde buscamos a Dios? No miramos arriba a los cielos, ni abajo a la tierra. Miramos dentro de nosotros y allí lo encontramos.
6.La Nueva Era es misticismo extremo. Se trata del misticismo definitivo. La deidad puede ser alcanzada. Si miras adentro, si te centras en ti mismo, si comprendes que eres dios, si te despiertas de tu amnesia, descubrirás a Dios. Shirley MacLaine dijo que el secreto mejor guardado del siglo XX es que «todos somos dios, pero lo hemos olvidado. Hemos caído en la amnesia y necesitamos despertarnos de ella por medio de la meditación trascendental. La divinidad puede alcanzarse mediante la experiencia mística».
7.La Nueva Era es reencarnación. Nosotros, los dioses, tenemos que aprender a ser Dios, pero si no lo logramos en esta vida todavía podremos conseguirlo en la siguiente. ¡O en la otra! ¡O en la otra! ¡O en la otra! … Geisler llega a decir que la reencarnación es, en este sentido, «el corazón del movimiento de la Nueva Era». Y expresa:
La vida es cíclica. El cristianismo enseña que uno tiene que nacer de nuevo. ¡El movimiento de la Nueva Era también lo dice! ¡Y una vez más, y otra, y otra! El cristianismo afirma que se vive una vez y se muere una vez. El movimiento de la Nueva Era dice que hay diversas vidas. ¡Vives y mueres, vives y mueres, vives y mueres!
Los hindúes han sido los grandes defensores de la reencarnación. Su sistema social básico, el infame sistema de las castas, está fundado en dicha creencia y en la del karma o destino. Aunque el modo de reencarnación de la Nueva Era no abogue por un sistema de castas, todavía posee una visión semifatalista de la vida humana. De ahí la necesidad de nacer vez tras vez, hasta que por fin se consigue enmendar las cosas.
Esto ayuda también a explicar el concepto positivo que tienen los adeptos de la Nueva Era del aborto. El hecho de que 4.300 mujeres aborten cada día a un niño no nacido en los Estados Unidos les parece aceptable. Según muchos seguidores del movimiento, eso sucede porque dichos niños pecaron en una vida anterior y son «castigados» con el aborto, aunque tendrán una nueva oportunidad de nacer en el futuro.
La reencarnación lleva también a otros extremos. Geisler expresa por ejemplo: «¿Sabe usted lo que dicen los homosexuales de la Nueva Era? “¿Que por qué soy homosexual? Porque tengo un alma de hembra procedente de una vida anterior atrapada en un cuerpo de varón y no puedo hacer nada por evitarlo”».
8.La Nueva Era sostiene una ilusión. El bien y el mal son para ellos una misma cosa; concepto difícil de entender hasta que se tiene en cuenta su panteísmo, monismo, holismo y autodeificación. Si Dios es todo y todo es Dios, entonces cada cosa que existe es divina. Por tanto, lo que llamamos bien y lo que llamamos mal son sólo dos caras distintas de esa misma moneda que conocemos como Dios; y ya que todo es Dios, tanto el bien como el mal constituyen meras ilusiones. Dios es bueno y malo al mismo tiempo. Geisler comenta que Isaías 6 dice que Dios es tan santo que los ángeles cantan: «Santo, santo, santo». Si los adeptos de la Nueva Era están en lo cierto, debería haber «en el cielo un coro antifonal. Una parte estaría cantando “santo” y otros “impío”. Algunos de los cantores entonarían “Tú eres bueno” y los otros “Tú eres malo”».
9.La Nueva Era es animista. Según ellos, el universo está vivo, todo él es espíritu. Geisler señala al respecto que:
[ … ] a muchos de nuestros jóvenes se les está enseñando el principio de Gaia o que hay una fuerza viva detrás de cada cosa[ … ] Eso es animismo, paganismo[ … ] Esa fue la razón por la que enviamos misioneros al[ … ] mundo porque creían en la idea pagana de que toda cosa está viva. Y ahora eso se enseña en nuestras universidades y escuelas americanas en nombre de la ciencia.
10.La Nueva Era es evolucionista. El mundo, esto es, la sociedad humana, está evolucionando. Geisler comenta que los seguidores de la Nueva Era no creen en la evolución darwiniana; lo que a ellos les interesa es la evolución espiritual. No les preocupa que el hombre proceda de los animales, sino el hecho de que pueda evolucionar convirtiéndose en Dios.
Se trata de una evolución panteísta. «Parece contradictorio y lo es», dice Geisler. «¿Cómo puede dios evolucionar hacia Dios? … La Nueva Era es un complejo sistema de ideas contradictorias».
11.La Nueva Era es optimista. «Los adeptos del movimiento de la Nueva Era son unos optimistas incurables», dice Geisler. Esto resulta irresistible y atractivo para un mundo pesimista como el nuestro. Los seguidores de dicho movimiento creen que el mundo se está haciendo cada día mejor, que estamos en el amanecer de la era de Acuario. El milenio se acerca y ellos son los que van a introducirlo. Los adeptos de la Nueva Era piensan que un día todo el mundo será ganado y los líderes mundiales trabajarán juntos. Se aproxima un tiempo nuevo.
En la actualidad consideran a las Naciones Unidas, por así decirlo, como su cuartel general. La ONU no lo sabe, pero sí los adeptos de la Nueva Era, y eso es lo único que importa. Ya han dado pasos para guiar y modelar a las Naciones Unidas de tal manera que cumplan su labor misionera. En la ONU existe, hoy en día, un centro de meditación de la Nueva Era y tanto el organismo internacional como este movimiento tienen entre sus divisas un «nuevo orden mundial».
Esto no quiere decir que todo el que utilice dicha expresión sea un adepto de la Nueva Era. El presidente George Bush fue un ejemplo de ello. Tenía fama de ser creyente «nacido de nuevo» y no un seguidor del movimiento en cuestión, sin embargo utilizaba a menudo ese lema, tal vez de un modo inconsciente.
El «nuevo orden mundial» es el orden del día en las Naciones Unidas y ya que la Nueva Era no se considera una religión, sino más bien un movimiento de gente de cualquier religión o fe no religiosa, muchos dirigentes de la ONU ven sus enseñanzas como una filosofía mundial deseable. En realidad, algunos hombres destacados del organismo internacional son seguidores de la Nueva Era. Por último, el concepto que tiene la ONU de que el planeta es una «aldea mundial» necesitada de alguna cosmovisión ecléctica que una de manera perfecta entre sí a toda la gente, prepara el escenario para la entrada de la Nueva Era.
Debemos recordar que el movimiento de la Nueva Era es ante todo teología oriental asociada con tecnología occidental. No tiene la gran visibilidad de otros movimientos religiosos, con sus sedes mundiales. No tiene Ciudad del Vaticano, domicilio oficial del Consejo Mundial de Iglesias, Templo Mormón o sede de los Bautistas del Sur. No cuenta con centro internacional alguno, pero se trata de una gran coalición de organizaciones variadas y divergentes, dirigidas por personas distintas que comparten una cosmovisión amplia y unificada hacia una meta común.
La estrategia del movimiento consiste en ir desarrollando gradualmente su proyecto de nuevo orden mundial mediante la creación de una nueva conciencia planetaria. Este proceso de conversión será realizado por un nuevo campo de energía espiritual en el mundo: la fuerza divina que hay en cada ser humano. El movimiento de la Nueva Era utiliza a cada persona, organización, concepto o cualquier otra cosa susceptible de ser aprovechada para producir el nuevo orden mundial.
Este movimiento amplio y sin organización, que algunos han dado en llamar «la Conspiración de Acuario», admite a todos y cada uno de los grupos cuya meta sea un nuevo orden mundial. Algunos de dichos grupos no son ni siquiera religiosos, pero eso no importa. Una vez que se consiga el objetivo final, todos lo serán, puesto que cada uno reconocerá que es dios. Todos tienen esto en común: desean un nuevo orden internacional y una hermandad mundial de paz entre los hombres.
Geisler llama a esto «humanismo cósmico» y «potencial humano».
12.La Nueva Era es mundialista. El mundialismo surge del evolucionismo social y de un optimismo casi determinista: toda la raza humana será una. Es la visión del planeta entero como una aldea mundial.
13.La Nueva Era es sincretista. En nuestro estudio ya hemos tratado varias veces del azote del sincretismo. El diccionario de la Real Academia define el sincretismo como el «sistema filosófico que trata de conciliar doctrinas diferentes». Esta es una buena definición de lo que la Nueva Era tiene que hacer para producir ese nuevo orden mundial. Todas las religiones y filosofías deben combinarse, mezclarse en una misma sopa; no meterse en una misma cazuela conservando cada una sus propias características mientras se mantiene unida con el resto. Las religiones en su totalidad serán combinadas para formar una ecléctica religión mundial.
Geisler habla de la «meditación mundial del movimiento de la Nueva Era», que empieza bien con Génesis 1.1 y 3:
En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
Es en el versículo 2 del Génesis de la Nueva Era donde nos separamos para siempre de la teología de dicho movimiento:
Ha llegado el momento del nuevo comienzo. Soy creador junto con Dios y lo que está por venir es un nuevo cielo. La buena voluntad de Dios se expresa sobre la tierra a través de mí. El reino de la luz, el amor, la paz y el entendimiento vienen por medio de mi persona. Estoy haciendo mi parte para revelar sus realidades.
Comienzo por mí mismo. Soy un alma viviente y el Espíritu de Dios mora en mí, como yo mismo. Yo y el Padre somos uno. Todo lo que el Padre tiene es mío. Yo soy verdad; soy el Cristo de Dios.
Este sincretismo de la Nueva Era rechaza por completo la exclusividad de Jesucristo. El movimiento religioso que está creciendo más rápido en América es un sistema de creencias falso y demoníaco. Geisler dice al respecto que:
[ … ] a pesar de un informe aparecido recientemente en su periódico, según el cual sólo 25.000 personas pretendían identificarse como adeptos de la Nueva Era, casi dos terceras partes de la sociedad americana ha sido bastante influida por ese movimiento. ¿En qué me baso para afirmarlo?
Primero, como indicara la encuesta Gallup de 1982, un tercio de todos los americanos creen en la reencarnación. En segundo lugar, según la misma encuesta, dos tercios de los estadounidenses leen los horóscopos y la mitad de ese número creen en ellos. Dos tercios también pretenden tener algún tipo de percepción extrasensorial. Y cuatro de cada diez han mantenido contacto con los muertos. Estas son creencias principales de la Nueva Era.
Esto no significa que toda esa gente sean seguidores de la Nueva Era. La mayoría no lo son. Simplemente quiere decir que varias de las enseñanzas principales de la teología de ese movimiento son ya creídas por casi las dos terceras partes de los americanos.
Lo más peligroso quizá sea que, durante dos generaciones, los medios de comunicación han condicionado al público estadounidense para que acepte la cosmovisión de la Nueva Era. Ese condicionamiento de los medios de comunicación se encuentra en su momento más alto hoy en día. Comenzando con el cine y la televisión, la película 2001: Odisea del espacio tuvo un efecto impresionante. El clímax de la misma se centraba en la vida humana en forma de embrión, considerada como la fuerza vital básica del universo. Esto no es otra cosa que teología de la Nueva Era.
Luego vinieron los programas de televisión que divulgaban también conceptos teológicos de la Nueva Era. Las dos series claves que comenzaron a preparar el terreno para la aceptación del ocultismo fueron: «I Dream with Jeannie» y «Embrujada». Y ahora tenemos otras como «Kung Fu» y dibujos animados como los de «He Man», «Masters del Universo», «Capitán Planeta» y «Los planetarios». Todos estos dibujos animados de la Nueva Era.
Acto seguido se hicieron películas y más programas de televisión todos ellos defendiendo la filosofía de la Nueva Era: E.T., «Los pitufos», Poltergeist, «Los fraggles», Side Kick, Beetle Juice, Teenage Mutant [Las tortugas ninja], «Meditation Scene» y The Dark Crystal, una alegoría panteísta.
«Películas influyentes como El exorcista, la serie de filmes de Indiana Jones, The Mystical Force y la serie de La guerra de las galaxias hacen aceptables las enseñanzas de la Nueva Era», expresa Geisler. «Pero las ganadoras son La guerra de las galaxias, El Imperio contraataca, El retorno del Jedi y Willow. Willow es un hechicero. Después vienen Solar Babies, Close Encounters [Encuentros cercanos] y Los cazafantasmas».
Todos estos filmes tienen una cosa en común: un campo de energía espiritual, un campo de fuerza vital que impregna todas las cosas. Se trata de una fuerza mística, cósmica. George Lucas la denominó «La Fuerza».
Norman Geisler relata la siguiente historia de George Lucas. Durante años, Lucas asistió a una iglesia metodista liberal que le decepcionó. Cuando contaba seis años de edad tuvo una experiencia mística y más tarde, siendo adolescente, otra. Era un lector voraz de las novelas de Carlos Casteneda. Lucas convirtió la fuerza vital en «La Fuerza», cuyo poder aprendieron a utilizar Obewan Canobe, Yoda y Lucas Sky Walker, el héroe. Tres veces en la primera película, Lucas llama a esa fuerza vital «la religión del Jedi».
Dale Pollock escribió una biografía de Lucas titulada Skywalking. En ella el autor, aquí citado por Geisler, identifica la fuente de la fuerza:
«La fuerza abarca las filosofías orientales pasivas y la ética judeocristiana de la responsabilidad y la abnegación. La filosofía de Yoda, es decir, el hombrecillo verde de la charca [comenta Geisler], es budista. Este le dice a Lucas que la fuerza requiere que esté tranquilo, en paz y pasivo. Debería utilizarse la misma para obtener conocimiento y defenderse, no para seguir la codicia y la agresión». Él [Pollock] admite que la fuente es budista: «El concepto de la fuerza de Lucas se vio muy influido por los cuentos de poder de Carlos Casteneda, una narración de cierto hechicero indio mejicano». En realidad [sigue diciendo Geisler], en Willow, éste es un hechicero, Don Juan, quien utiliza la expresión «fuerza vital» y a quien Lucas convirtió en Ben Canobe, el conocido sabio que ayuda al héroe en su difícil misión».
Quizá todavía más eficaz desde el punto de vista de la estrategia de la Nueva Era sea su éxito en infiltrar el sistema educativo americano. La Nueva Era ha comprendido a cabalidad que el sistema de escuelas públicas es su campo misionero. ¿Dónde podría conseguirse un auditorio más cautivo o más estratégico para influir en el control mundial del próximo siglo? Geisler dice que:
[ … ] todo comenzó en 1954, con la publicación del libro de Alice Baily Education in the New Age. Baily es discípula de Helen P. Blavatsky, una mística rusa cofundadora de la Sociedad Teosófica. La obra está publicada por Lucas Publishing Company, en principio Lucifer Publishing Company. Otros han seguido su filosofía, muchos de ellos sin darse cuenta siquiera de que detrás de sus sugerencias está la cosmovisión de la Nueva Era.
Cada vez se están utilizando más en las aulas, a lo largo y ancho de los Estados Unidos, libros de texto publicados con el dinero de los contribuyentes que contienen una filosofía de la Nueva Era sutil e incluso más abiertamente ocultista. Algunos están llenos de palabras que suenan a Nueva Era, tales como «conciencia nueva», «campos de energía», «centrado», «holístico», «trascendental», «interdependiente», «aldea mundial», «visión planetaria», «meditación», «conciencia superior», «humanismo», «pleno potencial interior», «poder trascendente», «utilizar la fuerza», «nuevo nacimiento», «la energía sin aprovechar del universo», etcétera. Todas esas palabras en sí mismas son neutrales, pero hábilmente utilizadas condicionan a los niños y jóvenes, ya encaminados por el cine y la televisión, para que adopten la cosmovisión de la Nueva Era.
Norman Geisler cita de un libro de texto utilizado en los colegios públicos de Arkansas y dice que un capítulo subtitulado «Energía futura», «explora la energía de la vida y luego cita las palabras de uno de los grandes expertos mundiales en energía, Yoda: “Mi aliado es la fuerza y un poderoso aliado en verdad. La vida lo crea, lo hace crecer; su energía nos rodea y nos une, somos seres luminosos. Tienes que sentir la fuerza a tu alrededor; oír al árbol, la roca, por todas partes"».
Luego, Geisler comenta: «Yo creía que no podía enseñarse religión en los colegios públicos. Pues bien, no puede enseñarse religión cristiana, pero sí de la Nueva Era». Y sigue diciendo que ese mismo libro de texto tiene una sección sobre fotografía en la que presenta «fotos de espíritus», como las llaman, que enseñan a los jóvenes que existe una fuerza espiritual la cual todavía no estamos aprovechando. También menciona Geisler una serie de quince libros incluida en el currículum, para las etapas que van desde preescolar hasta sexto de primaria, y titulada Impressions, que contiene relatos tanto de terror como de ocultismo. El manual de enseñanza para tercer curso de primaria, sugiere: «Escriba y cante un conjuro mágico para hacer flotar los objetos que hay en la habitación».
Luego Geisler habla de programas educativos con títulos neutrales que son primordialmente de la Nueva Era. Uno de ellos es el New Age Accelerated Learning (Aprendizaje Acelerado de la Nueva Era), que utiliza libros del movimiento. Dicho programa se emplea en algunas partes de San Diego, California. Geisler comenta que los autores del mismo obtienen sus técnicas del yoga mental, la música, el sonambulismo, la fisiología, la hipnosis, la autosugestión, la parapsicología y el teatro.
Luego Norman Geisler menciona una página de cierto libro autorizado para la enseñanza secundaria, en el que se cita a Albert Einstein, que era panteísta y quien al preguntársele si creía en Dios, contestó: «Sí, creo en el dios de Spinoza». Spinoza era panteísta. Albert Einstein expresó: «La imaginación es más importante que el conocimiento. En nuestra imaginación tenemos el poder de hacer o ser cualquier cosa que deseemos.
Algunos colegios están destacando la educación confluyente. La Dra. Beverly Galean, anterior directora de proyecto de tres programas realizados con fondos federales en Los Ángeles, dijo: «Una vez que entendemos que todos somos dios, creo que el único propósito de la vida humana es volver a poseer la imagen de Dios en nosotros».
En algunos centros de enseñanza para maestros de escuela se enseña el yoga y se pagan las clases con dinero de los contribuyentes. Se aboga por el control mental, se cantan salmodias, se enseñan técnicas de meditación y relajación adoptando la famosa postura hindú del loto, se estimula la proyección astral, se utilizan juegos de roles ocultistas tales como «Mazmorras y Dragones». A los niños se les dice que hay dos regiones misteriosas que necesitan ser más exploradas: el espacio exterior y el espacio interior. Se explora el espacio exterior con la ayuda del telescopio y los viajes espaciales y el espacio interior adoptando la postura del loto y meditando sobre la fuerza interior que tenemos.
Geisler habla de otro programa educativo llamado QR (Quieting Reflex) [Reflejo tranquilizador] utilizado en los colegios públicos de los Estados Unidos. Uno de los libros que se emplean en el mismo es el titulado Meditating With Children: The Art of Concentrating and Centering (La meditación con los niños: El arte de concentrarse y centrarse), de Debra Rosemond. Dicho libro se cataloga como un manual sobre métodos educativos de la Nueva Era. La revista Nueva Era dice que el libro en cuestión integra de modo satisfactorio el yoga, la concentración, la meditación, la fantasía creativa, la psicología y, con toda seguridad, el amor, de una forma que muestra claramente a los adultos interesados una senda para satisfacer las necesidades espirituales de sus hijos.
Luego Geisler trata del libro de John Danfey A Religion for the New Age. El autor dice:
Estoy convencido de que la batalla por el futuro de la humanidad debe ser librada y ganada en las aulas de la escuela pública por profesores que perciben con exactitud su papel como proselitistas de la nueva fe: una religión de humanidad que reconoce y respeta la chispa de lo que los teólogos llaman divinidad en cada ser humano.
Estos profesores deben personificar la misma dedicación desinteresada que los predicadores fundamentalistas más rabiosos, ya que serán ministros de otro tipo que utilizarán un aula en lugar de un púlpito para trasmitir los valores humanistas en cualquier asignatura que enseñen, sin distinción del nivel educativo, desde el preescolar o la guardería hasta los estudios en las grandes universidades estatales.
La Nueva Era ha cautivado a muchas organizaciones de negocios. Algunos de sus programas de formación para empleados participan de la filosofía de la Nueva Era. Luego está la cautividad de algunas ramas de la industria sanitaria o musical. La música para meditación y relajación New Age, muy distinta al rock, ayuda a la persona a «conversar con la naturaleza, ser uno con el universo».
Por último tenemos la influencia de la teología de la Nueva Era en la iglesia, donde se están enseñando sutiles ideas panteístas. La teología falsa se convierte en un sustituto de la doctrina bíblica. Las teologías del dominio y la prosperidad son verdaderos conceptos de la Nueva Era. Muchos líderes cristianos sinceros no reconocen esto. Los extremos en la teología de señales y prodigios, del reclamar por fe, de la visualización y meditación mística se acercan a las pretensiones y prácticas de la Ciencia de la Mente. Aquello que seas capaz de visualizar puedes reclamarlo, se dice. Pero eso de que puedes obtener y ser cualquier cosa que tu imaginación logre crear no es bíblico sino demoníaco.
Contrastes principales entre el cristianismo y la Nueva Era en lo referente a Dios y al hombre (véase la Fig}.
Geisler llega a la conclusión de que: «Sólo hay dos religiones. Una se escribe HAZ y serás acepto. La otra dice HECHO, está consumado: “He acabado la obra que me diste que hiciese”. Está hecho. Esto es el cristianismo, un don gratuito».
La Nueva Era es un movimiento satánico de autodeificación diametralmente opuesto al cristianismo. Su terrible peligro reside en la forma en que se presenta. Ha infiltrado incluso a la iglesia cristiana y necesitamos traer a la mente aquellas palabras de 1 Juan 4.1: «Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo».






Nessun commento:

Posta un commento

Use su boca para bendecir, y sus dedos para edificar. Recuerda que Dios siempre esta mirando todo aquello que hacemos. sembremos bien para que ceguemos mejor.